El primer
ejercicio de la asignatura consiste en seleccionar un fragmento de la obra de
Dalí (Diario de un genio) y
relacionarlo con algo personal; hacer una foto para nuestro perfil que contenga
el concepto de autorretrato sofisticado.
En un principio,
se nos animó a que fuese una fotografía que nos endiosase. Un artista no tiene que infravalorarse.
El fragmento
que he escogido de Diario de un genio
puede que no sea idóneo con respecto a lo que yo quiero contar de mi autorretrato.
Pero me llevó hasta la idea que quise desarrollar. Por lo tanto considero, que
sí es importante.
Freud pensaba que el inconsciente es un
contenido psíquico que no puede volver a la conciencia. Yo hubiera podido ser
para él la prueba viva y fundamental de que la paranoia, precisamente una de
las formas más extraordinarias del inconsciente racional, puede animar
perfectamente los mecanismos racionales y fertilizar lo real con una eficacia
tan considerable como la lógica experimental.
Diario de un Genio, Dalí.
Todos tenemos
una parte consciente e inconsciente en la forma de ser. La consciente es la que
muestras al mundo. La inconsciente es todo lo que eres.
Nadie se
desnuda antes nadie, es lo que quiero decir.
Todos
mostramos un fragmento pero no enseñamos lo que somos en toda nuestra amplitud.
La
materialización de esta idea comenzó a solidificarse con el concepto de una
máscara que tiene la finalidad de ocultar el rostro. Me vinieron a la mente las
máscaras venecianas, tan propias de su estilo victoriano. Pero ocultan la
identidad que es lo que verdaderamente importa.
Los mimos
fueron mi segunda opción. Rostros blancos y mudos. Pero yo no quería mostrar
expresiones sin sonido.
Mi objetivo
era mostrar los dos lados de una persona, así que pensé en dividir el rostro
por el eje; mitad-artificial, mitad-natural. El maquillaje, algo tan utilizado
sobretodo por las mujeres para embellecer y armonizar los rostros, fue lo que
elegí para mostrar el lado consciente.
No tuve muchos recursos, así que utilicé el fondo del baño público; las baldosas blancas dan sensación de tranquilidad, neutralidad, pureza y silencio. Desde mi punto de vista, un fondo que parte de la nada y que permite protagonizar lo que muestras.
No tuve muchos recursos, así que utilicé el fondo del baño público; las baldosas blancas dan sensación de tranquilidad, neutralidad, pureza y silencio. Desde mi punto de vista, un fondo que parte de la nada y que permite protagonizar lo que muestras.
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